Tangarara - Sullana la Perla del Chira


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Imagenes de Carlos 4X4
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Hallazgo de "Acta de Fundacion de San Miguel
en Tangarará haria variar Ley que fi jo el 15 de julio
Acercad e la Fundación de "San Miguel de" Tangara en el año 1532,
por el conquistadoFrancisco Pizarro como la primera ciudad que se
instauró en "Américad el Sur",hubo y hay polémicas sobre el día que se
fundó. Los cronistas de la conquistas son los que debieron registrar la
fecha exacta, pero de sus textos se desprende que no hay ninguna
precisión.
Desde inicios de la Repúbl¡ca hasta 1932,l a discrepancia respecto del
día de la fundación fue una constanteq ue impidio tener con certeza un
día que sea inamovible para recordar y conmemorar ese
acontecim¡ento.
Los historiadores que de mutuo propio mostraron su interés por conocer
el día de la fundación concluyeron presentando sus apreciaciones y
cada cual tuvo versiones, no coincidentes de modo que al llegar al
cuarto centenario de la conquista del imperio incaico por las huestes
hispánicas hubo necesidad de tener un consenso frente a las
discrepancias existentes.
En esa líneas e encuadra el interés de los políticos,representantes por
Piura en el Congreso C onstituyente de 1931, quienes recurriendo a los
historiadores llegaron a la coincidencia de establecer el día 15 de julio
como la fecha de la fundación de la ciudad de San Miguel en
Tangarará.
Aquellos políticos son los recordados Jo sé Antonio guiguren, Luciano
Castillo Colonna, Hildebrando Castro Pozo, entre otros, qu¡enes
conjuntamente con el Presidente de la Republica Luis M. Sánchez
Cerro y el Ministro Luis A . Flores, todos de la piuranidad no vacilaron
en promover y promulgar la Ley N 7571, que puso fin a la incertidumbre
existente. Desde entonces en Tangarará, cada 15 de julio se
conmemora esta fecha.
A estas alturas del tiempo y de la historia solo el hallazgo del "Actad e
la Fundación de la ciudad de San Miguel en el pueblo de Tangarará"
puede dar lugar a modificar la Ley que señal el 15 de julio comoe l dia
de la fundación, sostiene José Carrasco Távara.
Lima, 27 de meyo de 2005.
Nota de Ptensa del Despacho del Congtesista


En 1932 al aproximarse el cuarto centenario de la Fundación de San Miguel en Tangarará, se programaron una serie de actos para conmemorar la fundación de la primera ciudad hispánica en el Pacifico Sur. Como hasta entonces no se había fijado fecha alguna para determinar el día exacto de tal acontecimiento, se convino de manera legal que cada 15 de julio se conmemorase el hecho histórico, en una celebración anual sucesiva, hasta que nuevas investigaciones precisen con exactitud la ocasión en que se llevó a cabo el hecho en mención, en terrenos de cacique de Tangarará.

La historia es una ciencia, y como tal no tiene barreras que limiten su crecimiento, y las nuevas investigaciones, posteriores a 1932 han dado nuevas luces sobre el acto fundacional de San Miguel en Tangarará en el Medio Chira, llenando de esta manera un vació, de importancia no sólo para los nacidos en esa ciudad del extremo norte, y su radio de influencia, sino también para los peruanos e Hispanoamérica.

Al aproximarse el 450 aniversario de la Fundación, la municipalidad de Piura convocó a un concurso sobre historia regional dándose como ganador al historiador Juan José Vega con su trabajo sobre Pizarro en Piura, y aunque este trabajo recién se publico en 1993, la lectura de los originales nos aproximó a una nueva tesis con respecto a la fecha fundacional, tesis en coincidencia con la propuesta por el historiador Miguel Maticorena Estrada quien venía sosteniendo que la fundación de San Miguel en Tangarará ocurrió el 15 de agosto de 1532, día y mes que coinciden con la de 1588 cuando se refunda la ciudad después de sucesivos traslados desde el valle de Chira hasta el río Piura y frente al mar, en Paita.

Juan José Vega parte de un análisis riguroso de la “Crónica del Perú”, de Pedro Cieza de León, y de la “Verdadera relación de la conquista del Perú y Provincia del Cusco llamada la Nueva Castilla”, y termina incorporando información aparecida hace unos años después que se ubico un conjunto de capítulos de la crónica de Juan de Betanzos que permanecieron extraviados por buen tiempo. Con este conjunto documental, Vega dice que la fundación de San Miguel ocurrió entre el 8 de agosto y el 18 del mismo mes.

De no poca importancia resulta la carta del Licenciado Espinoza al Emperador desde Panamá el 20 de octubre de 1532, informándole que Pizarro había acordado hacer un pueblo; y otras crónicas en las que se señala que el hombre elegido para la ciudad era San Miguel, ciudad que según Vega se ubicó al lado del mar, así el emplazamiento del actual pueblo de Tangarará no coincidiría con la de la localidad del mismo nombre en el distrito de Marcavelica en la Provincia de Sullana.

Por haber conocido de cerca a Juan José Vega como Miembro de Número del CEHMP del cual he sido Director ejecutivo, y haber conversado con él largamente sobre la fundación de San Miguel en Tangarará, se como Pensaba al respecto, que la ciudad no se fundo en julio de 1532 y basta con leer el libro Pizarro en Piura para entenderlo mejor.

Que dice Vega sobre esto:

“Crear un pueblo hispánico en las tierras tallanes era una urgencia para Pizarro, como lo acabamos de comprobar.

Pero su gente no lo sabía; él se cuidó muy bien de no dar a conocer a sus soldados los riesgos que corría la empresa con las aspiraciones de Almagro y de Alvarado. Por esta prudencia, todos, cuando lo escucharon hablar del asunto, sencillamente creyeron que el gobernador accedía, por fin, a la creación del ansiado pueblo.

Los más entusiastas debieron ser los recién llegados de Tumbes cuya presencia se había juzgado indispensable para el acto poblacional, tanto por integrar este grupo los Oficiales Reales como por el propio número aportado por sus componentes, según informan unánimemente las escasas fuentes en que constan estos sucesos. Aquí como vemos Vega concuerda con Maticorena y Del Busto.

El único que poseía facultades para ordenar el asentamiento del pueblo era Pizarro y por eso el primer documento escrito sobre esa época señala que “Acordó de hacer allí pueblo”. La decisión fue consultada con los principales de los presentes, quienes aprobaron el sitio. Es Jerez, cronista oficial, quien insiste en la forma como se aprobó el asentamiento: “… vista aquella comarca y ribera por el reverendo padre Vicente Valverde, religioso de la orden de Santo Domingo y por oficiales de su majestad, y el gobernador, con acuerdo de estas personas, como su majestades mandan” . Pizarro que era el autor de la iniciativa (tal vez recordando el desembarco de 1528), escogió “el mejor lugar y sitio que le pareció”, y su opinión fue aprobada sin discrepancias.

Todo esto como sabemos, concuerda con la tesis de Maticorena y la interpretación de Del Busto, que como lo han dado conocer ocurrió después del levantamiento del Cacique La Chira.

Las causas de tan generalizada opinión sobre Tangarará eran, según el mismo cronista, las de que “en esta comarca y ribera concurren las causas y cualidades que debe haber en tierra que ha de ser poblada de españoles y los naturales de ella podrán servir sin padecer fatiga demasiada, teniendo principalmente respecto a su conversión, como es la voluntad de su majestad.

Las razones fundamentales (esas “causas y cualidades” mencionadas en abstracto) fueron las de hallarse a pocas leguas de “buen puerto”, el ser tierra “razonablemente poblada de indios y gente doméstica” y las condiciones positivas del valle y del río. Pero en el ánimo de todos los allí presentes también debió jugar el que todos recordasen como “la tierra que se había andado y pasado desde Tumbes hasta allí era muy estéril y despoblada” y el que la comarca “de adelante no se sabría lo que sería”.

Y todos los informantes están de acuerdo en que el pueblo se lo empezó a llamar San Miguel, “se puso por nombre San Miguel” y aquí vemos como Vega inicialmente tiene una tesis con respecto al acto mismo, esto, antes de 1982.

La fecha del doblamiento de San miguel de Tangarará –que no es todavía fundación-debe ser fijada prudentemente entre los dos extremos que se conocen con precisión: la llegada de los navichuelos procedentes de Tumbes el 1ro. De agosto de 1532 y la fecha de la primera fundición del oro, acto formal que se fechó el 19 de aquel mes ya en el pueblo recién establecido.

Este lapso puede estrecharse mucho más, en vía deductiva. Llegando las dos naves a la costa lachirana hubo que avisar a Pizarro, que estaba en Poechos, en el interior. Como simultáneamente se conoció la conspiración de los caciques de Amotaoe y La Chira, Pizarro descendió primero a debelar el movimiento. Luego tras recibir a la gente de Tumbes y descargar el fardaje donde venían los tesoros y bultos, recién se procedió a asentar el pueblo.

Todo eso puede demorar unos siete días, por lo cual al fecha del doblamiento puede ser fijada como mínimo en el 8 de agosto y como máximo en el 18 del mismo mes, porque consideramos poco probable que en el mismo día del asentamiento se realizase la fundición arriba aludida; para ello debió correrán día o más.

Para Vega la ubicación de Tangarará en 1532 no corresponde la ubicación actual. Al respecto dice: El tema de la ubicación de la primera Tangarará es bastante complejo y seguramente pertenece a la órbita de los asuntos históricos que requieren de la ayuda de ciencias complementarias y auxiliares para un cabal esclarecimiento; en el presente caso la arqueología tendrá que intervenir para disipar dudas que aun quedan pendientes.

Ninguna duda puede caber respecto a que Tangarará fue el paraje donde se afincaron los españoles ese agosto de 1532. Tangarará es mencionada unánimente como asiento español inicial, por Jerez el secretario y por todos los testigos presenciales y actores que mencionan el hecho y el nombre, como Pedro Pizarro, Juan Ruiz de Arce y Diego de Trujillo. El topónimo lo repite Zárate –que siguió en todo el conquistador del Tallán, Rodrigo Lozano- al afirmar que Pizarro “pobló la ciudad de San Miguel en un pueblo de indios llamado Tangarará”, y lo reiteran ilustres cronistas que, aunque no estuvieron presentes, su voz es de fiar, como Diego de Silva y Guzmán, Gonzalo Fernández de Oviedo, Fray Martín de Murúa, el Anónimo de la Carta a la Reina de Hungría , Cieza de León yo tros más.

Pero los más confiables en este caso resultan quienes, junto con Jerez, fueron co-fundadores: Ruiz de Arce, que escribe “Tangaraya, allí poblamos un pueblo “, Diego de Trujillo, “Tangarará donde el Gobernador pobló un pueblo de españoles” y Pedro Pizarro “hizo la población de Tangarará”.

El problema, valgan verdades, no es el nombre del asiento inicial, que es incontrastable, sino su exacta ubicación que fue próxima al mar y no la actual de ese nombre.

Viene a ser indispensable apuntar que ninguna referencia documental a esos tiempos nos presenta a Tangarará como población alejada del mar; todo lo contrario. No sólo existe unanimidad en las versiones de los cronistas respecto a una Tangarará casi marítima, sino que carecemos de un documento fechado en 1532, o referente a este año, que señale que hubo alguna Tangarará en el sitio donde existe ahora un pueblo de este nombre, a unas cuatro decenas de kilómetros del océano. Todos los documentos de aquel tiempo y los posteriores, a lo largo del siglo XVI aluden a la Tangarará de agosto de 1532 como lugar cercano al as playas y al embarcadero de balsas de los antiguos tallanes comarcanos.

Esta tesis de que Tangarará actual no se ubica en su antiguo emplazamiento la sostuvo Vega por siempre en cambio, en 1997 aceptó frente a conocidas pruebas la fundación del 15 de agosto de 1532; por eso al ser convocado por el alcalde Heheck en 1999 reiteró el pedido de la celebración del 15 de agosto por su doble significado, pidiendo que en esas fechas se celebre la SEMANA DE PIURA.

Más en problemas tocando al os Pizarro: “asentó y fundó” afirma, siguiendo a sus propios informantes y a Jerez.

De la confusa redacción de Estete también parece derivarse que hubo los dos ciclos breves, porque expresa primero que “acordó de haber allí un pueblo” y luego afirma que “fundó la villa de San Miguel”.

Por último, el Licenciado Espinoza –muy bien informado por las cartas sanmiguelinas del primer período de vida de la nueva villa- sólo habría de informar a Carlos V que Pizarro “acordó de hacer allí pueblo”…”llámase el pueblo San Miguel”; no habla Espinoza de fundación y así lo escribió porque los navíos que llevaron las noticias partieron antes del acto formal, como luego veremos.

La “Prueba Issaga – Hernando Piazarro”.

Además de las afirmaciones de cronistas que diferencian las etapas de asentar un pueblo y de fundarlo, contamos con lo que podríamos llamar la “prueba Isasaga- Pizarro”, que emana de los hechos y de los documentos de fines de 1532 y principios de 1533. En efecto, el 20 de octubre de 1532 el Licenciado Espinoza escribía a Carlos V informándole que Pizarro había “llegado a unas provincias que se decía Tangalá acordó de hacer allí pueblo… dícese del pueblo San Miguel”.

Esta referencia sólo pudo tenerla Espinoza por carta de Pizarro y de otros conquistadores del Perú, así como por la información oral que le dieron los viajeros de los dos únicos navíos que llegaron del Perú en esos meses; entre aquellos pasajeros se hallaba Francisco de Isasaga, que luego pasó a Santo Domingo.

Pero Hernando Pizarro escribió a la Audiencia de Santo Domingo lo siguiente:

“Después que de aquella tierra vino Isasaga, de quien vuestras mercedes le informarían de lo hasta allí acaecido, el gobernador fundó en nombre de Su Majestar un pueblo cerca de la costa que se llama San Miguel, veinticinco leguas de aquel cabo de tumbes”.

Por tanto, para los informantes de Espinoza y de la Audiencia, Isasaga entre ellos, el pueblo de San Miguel ya existía en los principios de septiembre de 1532, cuando menos. Para Hernando Pizarro, San Miguel, aparentemente no existía.

¿Podía mentir Hernándo Pizarro?

Hernándo Pizarro era hombre tan valiente como cruel e inescrupuloso; podía mentir y mucho. Lo que no podemos aceptar es que mintiese en esa forma, por escrito, pública y con notoriedad. No podía mentir a Oidores de la Audiencia que estaban al habla con Isasaga. No podía desafiar de tal modo a los oidores. No podía mentir sabiendo que gente descontenta de la empresa del Perú había retornado y que fácilmente podría desmentirlo. El hombre del Gobernador del Perú no podía prestarse a semejante vergüenza. Menos con su carácter alternado.

Debemos suponer, pues, que Hernando Pizarro, decía la verdad, porque torpe no era.

Esa verdad era que el pueblo, el asiento existía a principios de septiembre; y sobre este hecho informaron Isasaga y los suyos.

La fundación habría de realizarse después, poco antes de la salida de Pizarro hacia Cajamarca, y a ella fue que aludió Hernando Pizarro.

Por último, el Gobernador Pizarro respaldó a su hermano en el conjunto de la carta- relación.

De modo pues que debemos concluir que Isasaga y otros pasajeros dijeron verdad al informar al Licenciado Espinoza de la existencia del pueblo de San Miguel y que Hernándo Pizarro también la dijo, al afirmar que hubo fundación; fundación que se realizó después que zarparon los barquichuelos.

Sencillamente todos dijeron verdad. Porque el gobernador Pizarro primero asentó San Miguel en el extremo marítimo de Tangarará, por necesidad; y luego fundó el mismo San Miguel (con la misma gente) trasladándolo quizás el mismo al otro extremo de la pequeña comarca fluvial de Tangarará, cuarenta kms, dentro, poco más o menos. Antes de partir, como veremos.

f. San Miguel, ¿Por qué?
En torno a la causa de la cual la nueva tierra y el nuevo pueblo español llevaron el nombre de San Miguel, existen diversas posiciones y aún habrá de correr mucha tinta al respecto, dado que ningún documento coetáneo lo explica.

Las hipótesis

Ante el silencio de la documentación del siglo XVI alrededor de este asunto, no queda sino la especulación, una bien entendida imaginación.

Para Vega la fundación fue un acto informal, incompleto, apresurado y se desdobla en asentamiento oficial, en 1982 como dijimos dío la clave inclinándose por el mes de agosto.

Y al respecto anotó en su ya mencionado libro “Pizarro en Piura”: “La fecha de la fundación oficial de San Miguel en Tangarará es un tema difícil, sobre el cual apenas si se cuenta con datos aproximativos.

Sin temor a equívoco, bien podría afirmarse que San Miguel de Tangarará, ha sufrido de mala suerte en lo tocante al establecimiento de las fechas en que fue primero poblada y luego fundada. Tras el silencio de quienes debieron ser los primeros informantes, ocurrió la pérdida de cartas esenciales como las de Pizarro y Valverde y después la desaparición de otros documentos como el Libro de Cabildos, cuando el incendio de Paita por los piratas.

Vega, contra lo que se puede suponer, tanto como lo hacen del Busto y Maticorena, reconoce el esfuerzo de los investigadores entre 1932 y 1982 y en este sentido escribe:

Aproximándose esta fecha conmemorativa de la fundación de la ciudad de Piura aumentaron los debates sobre el caso. El más importante trabajo al respecto fue el logrado por el destacado profesor e historiador piurano Enrique del Carmen Ramos, quien realizó una reconstrucción de la actuación de Pizarro en tierras tallanes partiendo esencialmente de los datos de Jerez, llegando a la conclusión que la fundación de la villa “se realizaría, con días mas o menos de diferencia, en la primera quincena de julio de 1532, aproximadamente el 15”; conclusión loable sólo desde los puntos en que fue planteada y especialmente si se tiene en consideración los documentos entonces disponibles en el país, particularmente en Piura.

Un decreto del Presidente Sánchez Cerro, que era piurano, consagró el 15 de Julio como fecha oficial; la rutina conmemorativa anual difundió firmemente un día jamás asegurado por el historiador Ramos.

Varias posiciones divergentes se sustentaron desde entonces acá. El advenimiento de la celebración del 450º aniversario en la fecha oficial tradicional, 15 de julio, favoreció nuevos pronunciamientos a favor de esa tesis, no obstante su imposibilidad histórica.

Señoras y señores así pensaba y escribió Juan José Vega, descartando científicamente ese primer esfuerzo de dar a conocer para los piuranos el día de su fundación en Tangarará.
Fuente:
Juan José Vega:
http://www.elregionalpiura.com.pe/culturales/barrantes_fundacionpiura.htm

Fundadores:
Francisco Pizarro, Gonzalo Farfán de los Godos, Blaz de Atienza,
Francisco Bernaldo de Quiroz, Bartolomé de Aguilar
Baltazar de Carbajal, Fernando Carrasco
Diego Gutiérrez, Pedro Gutierrez de los Rios, Diego Guerra
Francisco Martin Albarran, Francisco Lobo, Francisco de Lucena
Juan Rubio, Diego de Santiago, Diego Palomino
Antón de San Diego, Juan de Trujillo, Cristóbal de Soto
Rodrigo Bernal, Francisco Carreño, Juan de Barrientos
Juan de Escobedo, Andres Durand, Alonzo Guerra
Gonzalo de Grijera, Jorge Hernandez,
Toribio Montañez, Melchor Montoya, Juan Muñoz
Diego Muñoz, Miguel Ruiz, Alonzo Rangel
Diego Lopez de Saucedo y otros más...

Represa de Poechos - Sullana La Perla del Chira






Los diseños se inician en agosto de 1971 y corresponden a la I Etapa del Proyecto de Irrigación Chira-Piura. Se comienza a construir el 24 de junio de 1972 y la derivación de aguas del río Chira al río Piura el 5 de mayo de 1974 mediante la planta de bombeo de Montenegro. La I Etapa del Chira-Piura comprendió los siguientes componentes: a) represa de Poechos, con una capacidad inicial de almacenamiento de mil millones de metros cúbicos; b) canal de derivación de 54 Km de longitud desde Poechos hasta el río Piura (Curumuy), con una capacidad de 70 M3/seg; y, c) obras de rehabilitación del Bajo Piura (sistemas de drenaje de 35,500 Ha, con una longitud de drenes principales, secundarios y terciarios de 465 Km); diques en la laguna de Ramón; y, diques de defensa (emergencia) de 15 Km de tramos críticos para proteger el área agrícola y los tramos construidos. La represa de Poechos y el canal de derivación se ppnen en funcionamiento en mayo de 1976 (Ministerio de Agricultura, 1976. Proyecto Chira-Piura, Primera Etapa, 1976).
Represa de poechos
Lo que falta en Piura es el agua. No es una historia nueva, sino de toda la vida; por eso, se han buscado formas de mantener la larga tradición agrícola, la que ha recibido mayor impulso en los últimos cien años.

Los primeros proyectos de irrigación para los valles del Medio Piura y Medio Chira datan de finales del siglo XIX.

Ingenieros habían considerado el trasvase del río Quiroz, en la cuenca del Chira, para proporcionar agua a un sector eriazo entre Las Lomas y Tambogrande.

El proyecto no vería la luz hasta mediados del siglo siguiente, cuando la irrigación San Lorenzo inició una lenta transformación de un desierto en un exuberante valle.

Sin embargo, el flujo de agua de San Lorenzo –proyectado para abastecer a todo el valle del Piura—era insuficiente, por lo que se necesitaban más fuentes para asegurar la mayor cobertura posible.

En 1969, el Gobierno Militar del piurano Juan Velasco Alvarado aprobó un proyecto de irrigación que, tomando las aguas del río Chira, el más caudaloso de la región, pudiera ampliar la frontera agrícola del valle del mismo nombre, pero también sustentar a los valles del Medio y Bajo Piura.

Tres años después, se comenzó a construir el reservorio de Poechos, el espejo de agua artificial más grande del Perú, que podía llegar a contener hasta mil millones de metros cúbicos, con lo que las necesidades del campesinado alrededor de las ciudades de Sullana y Piura quedarían satisfechas.

La obra se termino e inauguró en 1976, con 885 millones de metros cúbicos de agua acumulados en el reservorio, pero no pasaría su primera prueba de fuego hasta 1983.

El Niño había traído lluvias torrenciales que azotaron la zona durante la primera mitad de ese año, las más fuertes en casi medio siglo.

Poechos no sufrió daños de consideración y se logró regular la cantidad de agua suficiente para no evitar más inundaciones que las ya había producido el episodio pluvial.

En 1998, la historia se repitió. Aunque con menor intensidad, un periodo pluvial de cuatro meses, producido por El Niño, volvió a poner a prueba a la estructura, y, al menos externamente, no hubo daños de consideración.

Pero el problema no estaba en la infraestructura seca, sino en el fondo del agua.

Los periodos pluviales habían acarreado material aluvial que se fue acumulando en el lecho del reservorio, comenzando un lento proceso de colmatación.

En esta historia: La sentencia del sedimento | Reservorios satélites | Y la inspiración se hizo maqueta

Además: Adolescentes investigadores

La sentencia del sedimento

El Proyecto Especial Chira-Piura (PECHP) en la ciudad de Piura, que administra las instalaciones de Poechos y toda la irrigación, estima que en 1983 se acumuló 70 millones de metros cúbicos de sedimento, y en 1998, 80 millones: “y lo previsto era que se registren seis millones de metros cúbicos anualmente”, según sus propios comentarios.

“La sedimentación tiene su origen fundamentalmente en la erosión de los suelos que se produce en las partes altas debido a que estas áreas están desprotegidas existiendo deforestación en la zona”, explicó el PECHP en un reporte elaborado por su Dirección de Estudios y Medio Ambiente.

Según esta oficina, hasta el año pasado, la cantidad de sedimentos en Poechos era de 397,3 millones de metros cúbicos, que ha provocado la reducción de su capacidad a un 44,9 por ciento.

La preocupación al respecto es general. Antonio Brack, reconocido ecologista peruano, y Cecilia Mendiola creen que, al ritmo actual, al reservorio le queda algo de medio siglo de vida, después de lo que quedaría convertida en un pantano y con una escasa capacidad de almacenamiento.

A ello se suma la sequía que desde 2003 azota a toda la región Piura .Las lluvias han sido insuficientes para impulsar campañas masivas de siembra y cosecha de alimentos, y sólo se han concentrado en arroz y frutales.

El presidente de la región Piura, César Trelles, cree que una solución es construir un embalse en el río Quiroz, a la altura del sector Santa Rosa, un viejo proyecto que proporcionaría más agua a la irrigación San Lorenzo, y permitiría generar 800 megavatios de energía eléctrica, pero que no soluciona directamente el problema en Poechos.

En mayo de 2002, el ingeniero agrónomo Jorge Córdova, que entonces residía en Sullana, opinó que las alternativas para salvar el espejo de agua eran: elevar el nivel del reservorio, dragar el fondo o dinamitar el lecho. Lo más caro sería dragarlo.

Córdova estimaba la vida útil del reservorio en una década.

En esta historia: La sentencia del sedimento | Reservorios satélites | Y la inspiración se hizo maqueta

Además: Adolescentes investigadores

Reservorios satélites:

n su afán de asegurar el flujo de agua, los mismos campesinos han proyectado sus propias soluciones.

La Comisión de Regantes de Miguel Checa cree que una alternativa a la sedimentación de Poechos es construir dos reservorios más pequeños, que se abastezcan con el agua de la represa, pero que garanticen la existencia de agua.

El primer espejo se construiría en la zona de Santa Victoria, contigua a Poechos, para acumular 150 mil metros cúbicos de agua; el segundo se proyectaría 12 kilómetros al suroeste, en Casuras, que contendría hasta 180 mil metros cúbicos de agua.

Los dos reservorios estarían conectados mediante un canal simple, mientras que Santa Victoria obtendría el agua desde Poechos mediante un canal aductor; la idea es que ambos acumulen líquido durante los tiempos de avenidas.

La propuesta fue presentada el 9 de setiembre pasado durante una reunión organizada por el PECHP, para explicar los alcances de su proyecto Afianzamiento del desarrollo de Poechos, desarrollado en coordinación con el Gobierno Regional de Piura.

Joaquín Balarezo, miembro del Consejo Directivo del PECHP, comentó que iba a incorporar la propuesta a ese perfil.

Afianzamiento del desarrollo de Poechos ya ha sido acogido a las partidas del Sistema Nacional de Inversión Pública, y ahora se encuentra en manos del Ministerio de Agricultura.

Fuente: Bioespacio

http://www.geocities.com/factortierra2/bioespacio/20051110/

Cerro Nariz Del diablo Sullana la Perla del Chira


Localizada en Marcavelica (aproximadamente 2 km. Desde Sullana)


CERRO "NARIZ DEL DIABLO"

Para los tallanes el lagarto, que abundaba en el río Chira, era considerado una divinidad, por lo que confeccionaron con oro su imagen. El culto al sagrado “lagarto de oro” se efectuaba en los alrededores del cerro de los marcahuillcas, conocido hoy como “la nariz del diablo”, nombrado así por su siniestra apariencia. Es probable que los marcaveles al tener conocimiento de la llegada de las hordas de Pizarro, codiciando oro y plata, enterraron el sagrado “lagarto de oro” en las entrañas de este misterioso y legendario cerro. Dicen que el lugar era un cementerio tallán, que en algunos días del año brotan “encantos” de las huacas de los gentiles. Años atrás en los días de viernes santo se “huaqueaba” en el lugar.

Este cerro se encuentra ubicado entre Marcavelica y Salitral, en la margen derecha del río Chira, al costado de la laguna de Marcavelica. Geográficamente corresponde a un elevado y macizo cerro de naturaleza gredosa (arcilla), integrante de una cadena de estribaciones en la parte media del valle del Chira. Es fácil llegar en cualquier vehículo que transita hacia Querecotillo.


Nombre Original: Nariz del Diablo
Localizacion Geogràfica: Sullana, Piura, Peru, Sudamèrica
Coordenada Geograficas: 4° 11' 32" Sur , 80° 51' 59" Este

La leyenda del lagarto de oro:

Este cerro es conocido como “La nariz del diablo” debido a que tiene dos orificios parecidos a las fosas nasales. Nos sentamos al frente a aquel cerro y empezó:

- En este cerro aparece un pequeño Lagarto de oro, que duerme a las orillas del río, que siempre sale iniciando la mañana y terminando la noche; encantando a los que deambulan por ahí con su brillo y los adormece llevándolos dentro del cerro del cual no vuelven a salir jamás. En el mes de abril para semana santa los marcaveliquences huaquean pasado el medio día y se alejan antes de medianoche rogando que el lagarto no se les aparezca.

Un día llegaron al hospedaje unos periodistas que habían escuchado la leyenda de este lagarto en muchas formas, y me pidieron que le contara la leyenda yo se las conté y los previne de aquel lagarto, aunque su curiosidad de ver si era verdad pudo más, ellos decidieron ver si esta leyenda era realidad o simplemente una leyenda más.

Así que al día siguiente se levantaron de madrugada y los acompañe a la falda de aquel cerro.

Me senté frente al cerro y los observe. Veía como se reían entre ellos, mientras esperaban, uno de ellos bajo para tomar una foto al cerro.

Y cuando fue a ver a sus amigos vio como el lagarto de oro salía y como ellos se encantaron y comenzaron a seguir al lagarto. Éste empezó avanzar y con él avanzaban ellos deslumbrados por el brillo del oro.

Mientras más se adentraba, el lagarto, iba dejando pedazos de oro; que ellos iban recogiendo hasta desaparecer de su vista. Él salió de aquel cerro asustado mientras se escuchaban unos gritos espantosos.

Cuando bajó de aquel cerro; corrió como si el diablo lo siguiera y entró muy raudo a la casa; fui detrás de él para preguntarle dónde estaban sus amigos y aquel forastero me contó lo que había pasado y como su amigos se habían dejado cautivar y encantar por aquel lagarto quien los adentro en aquel cerro.

Ese día esperó a que sus amigos aparecieran, y los demás días que estuvo ahí los buscó en vano; ellos no aparecieron jamás.

Cuando el viejo terminó el cuento me dijo: -Señorita, si usted desea comprobar si la leyenda es verdad o mentira puede ir a comprobarlo.-

En ese momento miré hacia el cerro; le agradecí que me haya contado aquella leyenda y sin decir otra palabra me levanté y caminé hacia la plaza de Marcavelica y aquel viejo al lado mío. Y nunca visité el cerro de “La nariz del Diablo”.

Aquel viejo nunca pudo ver al lagarto de oro y quien lo vio se fue y nunca más volvió.

Historia contada por Miriam Garcia:

http://www.jpsica.com/concurso1/blog/?p=320


El Algarrobo _ Sullana la Perla del Chira









ALGARROBO

CENTENARIO

En el sector del barrio norte, por el cementerio “San José”, en la primera cuadra de la calle San Martín, existe un algarrobo, que según afirman algunos abuelos del lugar, tiene mucho más de cien años de existencia, por lo que los sullanenses lo conservan como una reliquia viviente, pues, simboliza el amor a la naturaleza y protección al medio ambiente. El algarrobo abunda en nuestra región y es parte de nuestra identidad, es fuente de vida, del que obtenemos una serie de productos que benefician tanto a la especie humana como animal. Es un árbol que aún falta mucho por descubrir e investigar.

El origen del nombre "algarrobo" se remonta a la época colonial cuando los españoles observan en este árbol, conocido como "tacco" en quechua, algunas cualidades parecidas a las del "algarrobo europeo" (Ceratonia siliqua).

Hoy se sabe que el ALGARROBO fue utilizado desde épocas prehispánicas, gracias a los hallazgos de Antonio Raimondi, quien en uno de sus viajes encontró representaciones de deidades preincas talladas en la madera de esta especie.

El ALGARROBO es considerado "un regalo de Dios" por los pobladores del norte del país. Y es que a pesar de crecer en las zonas más áridas, usando mínimas cantidades de agua, ofrece múltiples beneficios de gran importancia para la región.

Este árbol tiende raíces muy profundas que una vez que encuentran una fuente de agua subterránea, no requiere de más lluvias para subsistir. A su vez, un ALGARROBO en pie garantiza la existencia de otras especies afines y el desarrollo de una serie de actividades económicas, además de minimizar el avance del desierto.

Sin embargo, con el tiempo se ha acentuado un grave problema: la tala del ALGARROBO para usarlo como leña y carbón. Esto acelera la desertización y origina la salinización del suelo debido a la napa freática que asciende a la superficie.

No obstante, el fenómeno de El Niño de 1997-1998 regeneró cientos de miles de hectáreas de bosques de ALGARROBO, por lo que su conservación es una tarea pendiente en la que todos debemos colaborar.


El ALGARROBO es un árbol que aporta, desde tiempos ancestrales, muchos beneficios al hombre peruano, gracias a sus múltiples cualidades como alimento, forraje, abono, madera, medicina y materia prima para el desarrollo de diversas actividades económico-productivas.

El ALGARROBO constituye una especie importante para el control de las dunas, la captación de nitrógeno del aire y su fijación en el suelo, y la incorporación de materia orgánica a partir de la descomposición de sus hojas y ramas.


ALIMENTO:
- Los frutos del ALGARROBO, también llamados "algarrobas", contienen altos índices de azúcares, proteínas, minerales, vitaminas del complejo B y fibras.
- Con ellos se prepara la algarrobina, que es un energizante natural de alto contenido de protéico y gran demanda en los mercados internacionales, especialmente para personas de la tercera edad, deportistas y niños.
- Sus semillas sirven para la elaboración de café.
FORRAJE:
- Las hojas que caen al suelo, conocidas como "puño", son consumidas por el ganado ovino y caprino, principalmente.
- Los frutos son empleados como alimento para otros tipos de ganado, y suelen sustituir al maíz y salvado de trigo, en la dieta de los animales.



AGROFORESTERÍA: Se le emplea como cortinas rompevientos, como cercos agrícolas y para brindar sombra al ganado.

APICULTURA: El ALGARROBO es una especie melífera por naturaleza: las flores son un excelente recurso para la producción de miel, jalea, polen y cera.



ABONO ORGÁNICO: Las hojas secas caídas que entran en descomposición son utilizadas como abono orgánico en algunos cultivos.



AGROFORESTERÍA: Se le emplea como cortinas rompevientos, como cercos agrícolas y para brindar sombra al ganado.



MADERA: El ALGARROBO posee una madera muy dura, usada en la construcción de viviendas rurales, puertas, mesas, vigas, umbrales y bancas.



MEDICINAL:
- La algarrobina es un poderoso reconstituyente natural.




El ALGARROBO es un árbol de tronco grueso, ramas retorcidas, copa frondosa, menudas hojas y abundante inflorescencia, que crece de manera silvestre en la costa norte del Perú hasta los 1,500 msnm. Sin embargo, en zonas donde escasea el agua y el terreno es infértil, el ALGARROBO desarrolla como arbusto.

Aunque es poco frecuente hallarlo en el sur del país, se sabe que en el departamento de Ica existen pequeños bosques de ALGARROBO.


ALTURA: Puede llegar a alcanzar alturas de 8 a 20 metros. Su fuste es irregular, tortuoso y nudoso, con un diámetro entre 80 cm y 2 metros.

COPA: Por lo general tiene forma de sombrilla muy amplia que sobrepasa los 15 m de diámetro, posee ramas de formas caprichosas y abundante follaje siempre verde. En algunos casos tiene ramas colgantes que llegan al suelo.

CORTEZA: La parte externa de color pardo-gris-negruzca, fisurada, leñosa y ocasionalmente con espinas. La parte interna de color blanco y rojo, con olor a barniz y textura fibrosa.

HOJAS: Perennes y compuestas, con el peciolo bastante corto y los foliolos elípticos, de borde entero y nervadura central en el envés. Las orugas verdes son las principales minadoras de sus hojas.

FLORES: Crecen en largas espigas axilares. Son pequeñas, de color amarillo pálido, pubescentes, caliz campanulado y corola con 5 pétalos separados. La flor de este árbol es muy suceptible a cambios de temperatura y fuertes vientos.

FRUTOS: Son unas vainas de pulpa dulce y carnosa, que miden de 10 a 30 cm de largo, 1 a 1.5 cm de ancho y de 5 a 9 mm de espesor.

SEMILLAS: De color grisáceo o pardo, forma ovoidea y aplanada, y presentes en un número de 20 a 30 por vaina. Algunos depredadores de las semillas son el pampero peruano y las lagartijas, quienes se las alimentan de ellas.

RAÍCES: Posee 2 tipos de raíces bien diferenciadas, que le permiten obtener los nutrientes que requiere el árbol:

1. Tiene una o dos raíces pivotantes de hasta 60 m de profundidad, que le permiten obtener agua a distintas profundidades.
2. Las raíces laterales se extienden hasta por 60 m por encima de la superficie a una profundidad de 15 a 25 cm.



El fruto o vaina del ALGARROBO tiene la siguiente composición:

ELEMENTO
%
> Humedad
10.4
> Materia seca
89.6
> Proteínas
9.8
> Fibras
15.9
> Extracto etéreo
1.1
> Ext. anitrogenado
59.4
> Ceniza
3.3
> Calcio
0.5
> Fósforo
0.2

El ALGARROBO tiene gran potencial para el desarrollo de plantaciones forestales, que permitan la producción sostenible de la especie y el aprovechamiento inteligente de los beneficios que éste brinda.

Es posible iniciar la plantación forestal produciendo plantones en viveros con semillas obtenidas de los mejores árboles silvestres, que son los de copa frondosa, sin espinas, de frutos carnosos y grandes. También se logran plantaciones a través de estacas o injertos.

Las semillas de ALGARROBO se recolectan entre noviembre y abril, y un kilo de ellas tiene un potencial de producción de hasta 25 mil árboles. Luego de recolectar las semillas, éstas se colocan en bolsas altas, almacigándolas con tierra de chacra, arena de río y estiercol, para lograr una rápida germinación.

Cuando hayan alcanzado entre 25 y 30 cm de alto, los plantones deberán ser transplantados a hoyos de 40 x 40 cm y 50 cm de profundidad, en suelos previamente abonados, retirándolos de las bolsas de plástico y aplicándoles inmediatamente un buen riego. En algunos casos, se recomienda sostenerlos con varillas para contrarrestar los efectos del viento.

Durante el 1º mes se aplicarán dos riegos por semana, de 15 a 20 lt por cada planta; el 2º y 3º mes un riego por semana; del 4º al 6º mes un riego por quincena; del 7º al 12º mes un riego mensual; y a partir del 2º o 3º año se realizarán riegos mínimos de una vez al mes. Después de la siembra de los ALGARROBOS ya no hay necesidad de fertilizar la plantación.

Las podas se realizarán en aquellos árboles destinados a la obtención de madera para vigas, umbrales y otros productos de ese tipo; pero si el objetivo es obtener forraje, miel, etc, no es necesario hacerlas.

En condiciones adecuadas, la produción de frutos se puede dar desde el 3º año, sin embargo la floración más abundante se logra a partir del 7º año. Por otro lado, la producción vegetativa por estacas se obtiene a partir de los 18 meses.

El ALGARROBO tiene 2 cosechas anuales, una entre enero y marzo, y la otra entre junio y julio, considerándose un buen índice de productividad la obtención de 40 a 60 kg de frutos por árbol, a partir del 5º año.

Una hectárea de algarrobos puede albergar hasta 2 colmenas de abejas y producir de 100 a 150 litros de miel, y de 4 a 6 kg de cera. Es posible asociar este árbol con otros cultivos agrícolas como melones, tomates y frijoles, lo que permitiría un ingreso económico adicional.

Cabe señalar que la forma natural de propagación del ALGARROBO se da a través de las especies que se alimentan con sus frutos o vainas, las que al pasar por el tracto digestivo del animal, son escarificadas y fertilizadas, quedando listas para ser sembradas. Por ello se sugiere alimentar al ganado con los frutos antes de iniciar su cultivo.


REQUERIMIENTOS AGROECOLÓGICOS

LUZ SOLAR: Requiere de por lo menos ocho horas diarias de sol para florar y fructificar, hecho que se produce generalmente entre los meses de octubre y abril.

PRECIPITACIÓN: Desarrolla bien con 250 a 500 mm de precipitación media anual, siendo favorable la faja de 125 a 250 mm. En la costa norte es recomendable sembrarlo entre octubre y noviembre, aprovechando las lluvias de verano. En el departamento de Lambayeque la precipitación media anual es de 222,7 mm.

ALTITUD: Desarrolla desde el nivel del mar hasta los 1,500 msnm, sin embargo los mejores ejemplares se encuentran entre los 50 y 400 msnm.

BAJAS TEMPERATURAS: Las temperaturas inferiores a 5º C pueden originar la muerte del árbol, por la paralización de la circulación de la savia.

ALTAS TEMPERATURAS: Soporta altas temperaturas. En época de verano tolera hasta 45º C.

TIPO DE SUELO: El ALGARROBO es una especie rústica, que crece en zonas planas u onduladas. Prefiere suelos de tipo franco-arenoso y arcillo-arenoso, con un pH neutro, pudiendo desarrollar incluso en suelos salinos. Es una especie que tolera largos períodos de sequía.





Nombres Comunes: - Algarrobo, garroba, huaranca, huarancu, tacco, thacco.
- Algarrobo americano (en Puerto Rico); Kiawe, Bayahonda (en Hawaii).
- Algaroba, Mesquite, American carobe (en inglés).





Cita de
Cronista:
En su obra "La Crónica del Perú", Pedro Cieza de León escribió: "... y en la espesura de los valles hay algarrobos y frutas... y por los árboles y florestas andan muchos pájaros de diversas maneras, gran cantidad de palomas, tórtolas, pavas, faisanes, algunas perdices y muchos venados".

The Chainsmokers, Don't Let Me Down ft. Daya

Estrellándome, me golpeo contra una pared. Ahora mismo, necesito un milagro, date prisa, necesito un milagro. Encallado, intentando sali...