Tangarara - Sullana la Perla del Chira


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Imagenes de Carlos 4X4
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Hallazgo de "Acta de Fundacion de San Miguel
en Tangarará haria variar Ley que fi jo el 15 de julio
Acercad e la Fundación de "San Miguel de" Tangara en el año 1532,
por el conquistadoFrancisco Pizarro como la primera ciudad que se
instauró en "Américad el Sur",hubo y hay polémicas sobre el día que se
fundó. Los cronistas de la conquistas son los que debieron registrar la
fecha exacta, pero de sus textos se desprende que no hay ninguna
precisión.
Desde inicios de la Repúbl¡ca hasta 1932,l a discrepancia respecto del
día de la fundación fue una constanteq ue impidio tener con certeza un
día que sea inamovible para recordar y conmemorar ese
acontecim¡ento.
Los historiadores que de mutuo propio mostraron su interés por conocer
el día de la fundación concluyeron presentando sus apreciaciones y
cada cual tuvo versiones, no coincidentes de modo que al llegar al
cuarto centenario de la conquista del imperio incaico por las huestes
hispánicas hubo necesidad de tener un consenso frente a las
discrepancias existentes.
En esa líneas e encuadra el interés de los políticos,representantes por
Piura en el Congreso C onstituyente de 1931, quienes recurriendo a los
historiadores llegaron a la coincidencia de establecer el día 15 de julio
como la fecha de la fundación de la ciudad de San Miguel en
Tangarará.
Aquellos políticos son los recordados Jo sé Antonio guiguren, Luciano
Castillo Colonna, Hildebrando Castro Pozo, entre otros, qu¡enes
conjuntamente con el Presidente de la Republica Luis M. Sánchez
Cerro y el Ministro Luis A . Flores, todos de la piuranidad no vacilaron
en promover y promulgar la Ley N 7571, que puso fin a la incertidumbre
existente. Desde entonces en Tangarará, cada 15 de julio se
conmemora esta fecha.
A estas alturas del tiempo y de la historia solo el hallazgo del "Actad e
la Fundación de la ciudad de San Miguel en el pueblo de Tangarará"
puede dar lugar a modificar la Ley que señal el 15 de julio comoe l dia
de la fundación, sostiene José Carrasco Távara.
Lima, 27 de meyo de 2005.
Nota de Ptensa del Despacho del Congtesista


En 1932 al aproximarse el cuarto centenario de la Fundación de San Miguel en Tangarará, se programaron una serie de actos para conmemorar la fundación de la primera ciudad hispánica en el Pacifico Sur. Como hasta entonces no se había fijado fecha alguna para determinar el día exacto de tal acontecimiento, se convino de manera legal que cada 15 de julio se conmemorase el hecho histórico, en una celebración anual sucesiva, hasta que nuevas investigaciones precisen con exactitud la ocasión en que se llevó a cabo el hecho en mención, en terrenos de cacique de Tangarará.

La historia es una ciencia, y como tal no tiene barreras que limiten su crecimiento, y las nuevas investigaciones, posteriores a 1932 han dado nuevas luces sobre el acto fundacional de San Miguel en Tangarará en el Medio Chira, llenando de esta manera un vació, de importancia no sólo para los nacidos en esa ciudad del extremo norte, y su radio de influencia, sino también para los peruanos e Hispanoamérica.

Al aproximarse el 450 aniversario de la Fundación, la municipalidad de Piura convocó a un concurso sobre historia regional dándose como ganador al historiador Juan José Vega con su trabajo sobre Pizarro en Piura, y aunque este trabajo recién se publico en 1993, la lectura de los originales nos aproximó a una nueva tesis con respecto a la fecha fundacional, tesis en coincidencia con la propuesta por el historiador Miguel Maticorena Estrada quien venía sosteniendo que la fundación de San Miguel en Tangarará ocurrió el 15 de agosto de 1532, día y mes que coinciden con la de 1588 cuando se refunda la ciudad después de sucesivos traslados desde el valle de Chira hasta el río Piura y frente al mar, en Paita.

Juan José Vega parte de un análisis riguroso de la “Crónica del Perú”, de Pedro Cieza de León, y de la “Verdadera relación de la conquista del Perú y Provincia del Cusco llamada la Nueva Castilla”, y termina incorporando información aparecida hace unos años después que se ubico un conjunto de capítulos de la crónica de Juan de Betanzos que permanecieron extraviados por buen tiempo. Con este conjunto documental, Vega dice que la fundación de San Miguel ocurrió entre el 8 de agosto y el 18 del mismo mes.

De no poca importancia resulta la carta del Licenciado Espinoza al Emperador desde Panamá el 20 de octubre de 1532, informándole que Pizarro había acordado hacer un pueblo; y otras crónicas en las que se señala que el hombre elegido para la ciudad era San Miguel, ciudad que según Vega se ubicó al lado del mar, así el emplazamiento del actual pueblo de Tangarará no coincidiría con la de la localidad del mismo nombre en el distrito de Marcavelica en la Provincia de Sullana.

Por haber conocido de cerca a Juan José Vega como Miembro de Número del CEHMP del cual he sido Director ejecutivo, y haber conversado con él largamente sobre la fundación de San Miguel en Tangarará, se como Pensaba al respecto, que la ciudad no se fundo en julio de 1532 y basta con leer el libro Pizarro en Piura para entenderlo mejor.

Que dice Vega sobre esto:

“Crear un pueblo hispánico en las tierras tallanes era una urgencia para Pizarro, como lo acabamos de comprobar.

Pero su gente no lo sabía; él se cuidó muy bien de no dar a conocer a sus soldados los riesgos que corría la empresa con las aspiraciones de Almagro y de Alvarado. Por esta prudencia, todos, cuando lo escucharon hablar del asunto, sencillamente creyeron que el gobernador accedía, por fin, a la creación del ansiado pueblo.

Los más entusiastas debieron ser los recién llegados de Tumbes cuya presencia se había juzgado indispensable para el acto poblacional, tanto por integrar este grupo los Oficiales Reales como por el propio número aportado por sus componentes, según informan unánimemente las escasas fuentes en que constan estos sucesos. Aquí como vemos Vega concuerda con Maticorena y Del Busto.

El único que poseía facultades para ordenar el asentamiento del pueblo era Pizarro y por eso el primer documento escrito sobre esa época señala que “Acordó de hacer allí pueblo”. La decisión fue consultada con los principales de los presentes, quienes aprobaron el sitio. Es Jerez, cronista oficial, quien insiste en la forma como se aprobó el asentamiento: “… vista aquella comarca y ribera por el reverendo padre Vicente Valverde, religioso de la orden de Santo Domingo y por oficiales de su majestad, y el gobernador, con acuerdo de estas personas, como su majestades mandan” . Pizarro que era el autor de la iniciativa (tal vez recordando el desembarco de 1528), escogió “el mejor lugar y sitio que le pareció”, y su opinión fue aprobada sin discrepancias.

Todo esto como sabemos, concuerda con la tesis de Maticorena y la interpretación de Del Busto, que como lo han dado conocer ocurrió después del levantamiento del Cacique La Chira.

Las causas de tan generalizada opinión sobre Tangarará eran, según el mismo cronista, las de que “en esta comarca y ribera concurren las causas y cualidades que debe haber en tierra que ha de ser poblada de españoles y los naturales de ella podrán servir sin padecer fatiga demasiada, teniendo principalmente respecto a su conversión, como es la voluntad de su majestad.

Las razones fundamentales (esas “causas y cualidades” mencionadas en abstracto) fueron las de hallarse a pocas leguas de “buen puerto”, el ser tierra “razonablemente poblada de indios y gente doméstica” y las condiciones positivas del valle y del río. Pero en el ánimo de todos los allí presentes también debió jugar el que todos recordasen como “la tierra que se había andado y pasado desde Tumbes hasta allí era muy estéril y despoblada” y el que la comarca “de adelante no se sabría lo que sería”.

Y todos los informantes están de acuerdo en que el pueblo se lo empezó a llamar San Miguel, “se puso por nombre San Miguel” y aquí vemos como Vega inicialmente tiene una tesis con respecto al acto mismo, esto, antes de 1982.

La fecha del doblamiento de San miguel de Tangarará –que no es todavía fundación-debe ser fijada prudentemente entre los dos extremos que se conocen con precisión: la llegada de los navichuelos procedentes de Tumbes el 1ro. De agosto de 1532 y la fecha de la primera fundición del oro, acto formal que se fechó el 19 de aquel mes ya en el pueblo recién establecido.

Este lapso puede estrecharse mucho más, en vía deductiva. Llegando las dos naves a la costa lachirana hubo que avisar a Pizarro, que estaba en Poechos, en el interior. Como simultáneamente se conoció la conspiración de los caciques de Amotaoe y La Chira, Pizarro descendió primero a debelar el movimiento. Luego tras recibir a la gente de Tumbes y descargar el fardaje donde venían los tesoros y bultos, recién se procedió a asentar el pueblo.

Todo eso puede demorar unos siete días, por lo cual al fecha del doblamiento puede ser fijada como mínimo en el 8 de agosto y como máximo en el 18 del mismo mes, porque consideramos poco probable que en el mismo día del asentamiento se realizase la fundición arriba aludida; para ello debió correrán día o más.

Para Vega la ubicación de Tangarará en 1532 no corresponde la ubicación actual. Al respecto dice: El tema de la ubicación de la primera Tangarará es bastante complejo y seguramente pertenece a la órbita de los asuntos históricos que requieren de la ayuda de ciencias complementarias y auxiliares para un cabal esclarecimiento; en el presente caso la arqueología tendrá que intervenir para disipar dudas que aun quedan pendientes.

Ninguna duda puede caber respecto a que Tangarará fue el paraje donde se afincaron los españoles ese agosto de 1532. Tangarará es mencionada unánimente como asiento español inicial, por Jerez el secretario y por todos los testigos presenciales y actores que mencionan el hecho y el nombre, como Pedro Pizarro, Juan Ruiz de Arce y Diego de Trujillo. El topónimo lo repite Zárate –que siguió en todo el conquistador del Tallán, Rodrigo Lozano- al afirmar que Pizarro “pobló la ciudad de San Miguel en un pueblo de indios llamado Tangarará”, y lo reiteran ilustres cronistas que, aunque no estuvieron presentes, su voz es de fiar, como Diego de Silva y Guzmán, Gonzalo Fernández de Oviedo, Fray Martín de Murúa, el Anónimo de la Carta a la Reina de Hungría , Cieza de León yo tros más.

Pero los más confiables en este caso resultan quienes, junto con Jerez, fueron co-fundadores: Ruiz de Arce, que escribe “Tangaraya, allí poblamos un pueblo “, Diego de Trujillo, “Tangarará donde el Gobernador pobló un pueblo de españoles” y Pedro Pizarro “hizo la población de Tangarará”.

El problema, valgan verdades, no es el nombre del asiento inicial, que es incontrastable, sino su exacta ubicación que fue próxima al mar y no la actual de ese nombre.

Viene a ser indispensable apuntar que ninguna referencia documental a esos tiempos nos presenta a Tangarará como población alejada del mar; todo lo contrario. No sólo existe unanimidad en las versiones de los cronistas respecto a una Tangarará casi marítima, sino que carecemos de un documento fechado en 1532, o referente a este año, que señale que hubo alguna Tangarará en el sitio donde existe ahora un pueblo de este nombre, a unas cuatro decenas de kilómetros del océano. Todos los documentos de aquel tiempo y los posteriores, a lo largo del siglo XVI aluden a la Tangarará de agosto de 1532 como lugar cercano al as playas y al embarcadero de balsas de los antiguos tallanes comarcanos.

Esta tesis de que Tangarará actual no se ubica en su antiguo emplazamiento la sostuvo Vega por siempre en cambio, en 1997 aceptó frente a conocidas pruebas la fundación del 15 de agosto de 1532; por eso al ser convocado por el alcalde Heheck en 1999 reiteró el pedido de la celebración del 15 de agosto por su doble significado, pidiendo que en esas fechas se celebre la SEMANA DE PIURA.

Más en problemas tocando al os Pizarro: “asentó y fundó” afirma, siguiendo a sus propios informantes y a Jerez.

De la confusa redacción de Estete también parece derivarse que hubo los dos ciclos breves, porque expresa primero que “acordó de haber allí un pueblo” y luego afirma que “fundó la villa de San Miguel”.

Por último, el Licenciado Espinoza –muy bien informado por las cartas sanmiguelinas del primer período de vida de la nueva villa- sólo habría de informar a Carlos V que Pizarro “acordó de hacer allí pueblo”…”llámase el pueblo San Miguel”; no habla Espinoza de fundación y así lo escribió porque los navíos que llevaron las noticias partieron antes del acto formal, como luego veremos.

La “Prueba Issaga – Hernando Piazarro”.

Además de las afirmaciones de cronistas que diferencian las etapas de asentar un pueblo y de fundarlo, contamos con lo que podríamos llamar la “prueba Isasaga- Pizarro”, que emana de los hechos y de los documentos de fines de 1532 y principios de 1533. En efecto, el 20 de octubre de 1532 el Licenciado Espinoza escribía a Carlos V informándole que Pizarro había “llegado a unas provincias que se decía Tangalá acordó de hacer allí pueblo… dícese del pueblo San Miguel”.

Esta referencia sólo pudo tenerla Espinoza por carta de Pizarro y de otros conquistadores del Perú, así como por la información oral que le dieron los viajeros de los dos únicos navíos que llegaron del Perú en esos meses; entre aquellos pasajeros se hallaba Francisco de Isasaga, que luego pasó a Santo Domingo.

Pero Hernando Pizarro escribió a la Audiencia de Santo Domingo lo siguiente:

“Después que de aquella tierra vino Isasaga, de quien vuestras mercedes le informarían de lo hasta allí acaecido, el gobernador fundó en nombre de Su Majestar un pueblo cerca de la costa que se llama San Miguel, veinticinco leguas de aquel cabo de tumbes”.

Por tanto, para los informantes de Espinoza y de la Audiencia, Isasaga entre ellos, el pueblo de San Miguel ya existía en los principios de septiembre de 1532, cuando menos. Para Hernando Pizarro, San Miguel, aparentemente no existía.

¿Podía mentir Hernándo Pizarro?

Hernándo Pizarro era hombre tan valiente como cruel e inescrupuloso; podía mentir y mucho. Lo que no podemos aceptar es que mintiese en esa forma, por escrito, pública y con notoriedad. No podía mentir a Oidores de la Audiencia que estaban al habla con Isasaga. No podía desafiar de tal modo a los oidores. No podía mentir sabiendo que gente descontenta de la empresa del Perú había retornado y que fácilmente podría desmentirlo. El hombre del Gobernador del Perú no podía prestarse a semejante vergüenza. Menos con su carácter alternado.

Debemos suponer, pues, que Hernando Pizarro, decía la verdad, porque torpe no era.

Esa verdad era que el pueblo, el asiento existía a principios de septiembre; y sobre este hecho informaron Isasaga y los suyos.

La fundación habría de realizarse después, poco antes de la salida de Pizarro hacia Cajamarca, y a ella fue que aludió Hernando Pizarro.

Por último, el Gobernador Pizarro respaldó a su hermano en el conjunto de la carta- relación.

De modo pues que debemos concluir que Isasaga y otros pasajeros dijeron verdad al informar al Licenciado Espinoza de la existencia del pueblo de San Miguel y que Hernándo Pizarro también la dijo, al afirmar que hubo fundación; fundación que se realizó después que zarparon los barquichuelos.

Sencillamente todos dijeron verdad. Porque el gobernador Pizarro primero asentó San Miguel en el extremo marítimo de Tangarará, por necesidad; y luego fundó el mismo San Miguel (con la misma gente) trasladándolo quizás el mismo al otro extremo de la pequeña comarca fluvial de Tangarará, cuarenta kms, dentro, poco más o menos. Antes de partir, como veremos.

f. San Miguel, ¿Por qué?
En torno a la causa de la cual la nueva tierra y el nuevo pueblo español llevaron el nombre de San Miguel, existen diversas posiciones y aún habrá de correr mucha tinta al respecto, dado que ningún documento coetáneo lo explica.

Las hipótesis

Ante el silencio de la documentación del siglo XVI alrededor de este asunto, no queda sino la especulación, una bien entendida imaginación.

Para Vega la fundación fue un acto informal, incompleto, apresurado y se desdobla en asentamiento oficial, en 1982 como dijimos dío la clave inclinándose por el mes de agosto.

Y al respecto anotó en su ya mencionado libro “Pizarro en Piura”: “La fecha de la fundación oficial de San Miguel en Tangarará es un tema difícil, sobre el cual apenas si se cuenta con datos aproximativos.

Sin temor a equívoco, bien podría afirmarse que San Miguel de Tangarará, ha sufrido de mala suerte en lo tocante al establecimiento de las fechas en que fue primero poblada y luego fundada. Tras el silencio de quienes debieron ser los primeros informantes, ocurrió la pérdida de cartas esenciales como las de Pizarro y Valverde y después la desaparición de otros documentos como el Libro de Cabildos, cuando el incendio de Paita por los piratas.

Vega, contra lo que se puede suponer, tanto como lo hacen del Busto y Maticorena, reconoce el esfuerzo de los investigadores entre 1932 y 1982 y en este sentido escribe:

Aproximándose esta fecha conmemorativa de la fundación de la ciudad de Piura aumentaron los debates sobre el caso. El más importante trabajo al respecto fue el logrado por el destacado profesor e historiador piurano Enrique del Carmen Ramos, quien realizó una reconstrucción de la actuación de Pizarro en tierras tallanes partiendo esencialmente de los datos de Jerez, llegando a la conclusión que la fundación de la villa “se realizaría, con días mas o menos de diferencia, en la primera quincena de julio de 1532, aproximadamente el 15”; conclusión loable sólo desde los puntos en que fue planteada y especialmente si se tiene en consideración los documentos entonces disponibles en el país, particularmente en Piura.

Un decreto del Presidente Sánchez Cerro, que era piurano, consagró el 15 de Julio como fecha oficial; la rutina conmemorativa anual difundió firmemente un día jamás asegurado por el historiador Ramos.

Varias posiciones divergentes se sustentaron desde entonces acá. El advenimiento de la celebración del 450º aniversario en la fecha oficial tradicional, 15 de julio, favoreció nuevos pronunciamientos a favor de esa tesis, no obstante su imposibilidad histórica.

Señoras y señores así pensaba y escribió Juan José Vega, descartando científicamente ese primer esfuerzo de dar a conocer para los piuranos el día de su fundación en Tangarará.
Fuente:
Juan José Vega:
http://www.elregionalpiura.com.pe/culturales/barrantes_fundacionpiura.htm

Fundadores:
Francisco Pizarro, Gonzalo Farfán de los Godos, Blaz de Atienza,
Francisco Bernaldo de Quiroz, Bartolomé de Aguilar
Baltazar de Carbajal, Fernando Carrasco
Diego Gutiérrez, Pedro Gutierrez de los Rios, Diego Guerra
Francisco Martin Albarran, Francisco Lobo, Francisco de Lucena
Juan Rubio, Diego de Santiago, Diego Palomino
Antón de San Diego, Juan de Trujillo, Cristóbal de Soto
Rodrigo Bernal, Francisco Carreño, Juan de Barrientos
Juan de Escobedo, Andres Durand, Alonzo Guerra
Gonzalo de Grijera, Jorge Hernandez,
Toribio Montañez, Melchor Montoya, Juan Muñoz
Diego Muñoz, Miguel Ruiz, Alonzo Rangel
Diego Lopez de Saucedo y otros más...

2 comentarios:

Rudy Mendoza Palacios dijo...

hOLA
He leido tu blog y trae cosas edcuativas. Sobre TANGARARA se invio a leer un articulo sobre el significado del vocablo "tangarara" en el siguiente enlace:

http://www.articulo.org/idx/9/3106/Educacin/article/Tangarar-%C2%BFun-topnimo-amaznico-en-el-valle-del-Chira.html

Rudy Mendoza Palacios dijo...

El centro poblado de Tangarara se encuentra ubicado a 12 Km. al oste de la ciudad de Sullana (Cap. Prov.) en la margen dacha del río Chira. Su nombres es conocido porque suponese que fu allí donde el extremeño Francisco Pizarro estableció el primer pueblo español en tierras tallan y en territorio anexo del tahuantinsuyu. Un sencillo obelisco erigido durante el gobierno del Presidente Luis M Sánchez Cerro es testimonio imperecedero Mas allá de este acto, el pueblo sigue siendo uno mas del valle del Chirla esperando el apoyo gubernamental para potenciar su desarrollo Pero no es e la fundación de San Miguel de Tangarara lo que trata este articulo. Nos interesa esbozar algunas líneas acerca de la etimología del vocablo en si; las mismas que forman parte de nuestra trabajo de investigación sobre “lingüística prehispánica del departamento de Piura
En tiempos prehispánicos Tangarara no era una gran ciudad como Poechos pero tampoco era una población insignificante. Era un importante asiento tallan donde estaba la residencia de los curacas locales del grupo tallan del valle del Chira, mientras que en Poechos se hallaba la capital provincial inca. En épocas hispánicas fue el asiento de la primera ciudad fundada por los españoles en 1532 y hoy no es mas que un villorrio abandonado a su historia. El asiento original de Tangarara no es el que hoy ocupa el pueblo actual sino que era un lugar cercano a las playas y al embarcadero de balsas de los antiguos tallanes comarcanos.

No existe hasta ahora una clara identificación del topónimo con alguna de las lenguas prehispánicas de la región.

Por un lado, Tangarara forma parte de un conjunto toponímico de amplia cobertura geográfica. Se le halla disperso en las márgenes del río Chira ( Cucungara, Tillingara, Pelingara) en el el rio Piura ( Cucungara) la sierra de Ayabaca ( Cahingara en Frias, Samangara) y mas al este , en el departamento de Amazonas (Bongara) en el territorio de los antiguos Chachapoyas. Este componente toponímico se caracteriza por la fuerte presencia de la terminación –ngara que pareciera tener un claro y remoto sustrato amazónico jíbaro. En el área tallan Tangarara parece tener en su parte final –rara una clara identificación con el vocablo rora : mar en lengua Sechura [1]. Por su ubicación en la margen del río chira la significancia de mar estaría también asociado al río o al curso de agua en si como centro nuclear. Quedaría en el misterio la significancia del componente inicial Tanga-.

En la antroponimia quechua logramos identificar el componente Tanga en el apellido quechua de Huancabamba : Bilitanga[2]. A partir del análisis del vocablo el Diccionario Quechua Cajamarca Cañaris el componente inicial de Tangarara podría relacionarse con la voz : Tanqay : empujar, dar empellones. Asumiendo por relación que Tanga derivaría de tanqay podemos postular que el topónimo Tangarara correspondía un nominativo quechua y lengua local donde predomina lo andino, pero ello nos parece difícil de aceptar y proponer. toda vez que el vocablo local (roro: rara) esta en dialecto Sechura lo que no corresponde al área del Chira al menos eso parece indicar la distribución dialectal esbozada por Alfredo Torero (1987). Además, la ocurrencia del componente final en un área tan alejada de Piura como Amazonas hace que reconsideramos esta posición.

De acuerdo a datos recurrentes en otras regiones el topónimo Tangarara pude tener su origen en la floresta amazónica. Una prospección bibliogràfica en los diversos diccionarios quechuas permitió ubicar el vocablo en la variedad Ayacucho Chanca recopilado por Clement Prroud. Según el diccionario del citado quechuologo Tangarara es el “nombre de un cerro alto cerca de Churcampa; y es también el nombre de un árbol de la selva en el que anidad las hormigas Tangarara, las mismas que son muy agresivas, de color rojo y su picadura produce fuerte irritación en la piel, juntas pueden volver loco o matar a un hombre”

El Dr. Ramón Ferreira (1988) en su estudio sobre la flora y vegetación de la cuenca del Ucayali identifica a la Palmera tangarara (triplaris pavonii) del orden polygonacea de talla mediana, siempre verde que se encuentra entre los 1200 y 1800 m.s.n.m en una zona propiamente ceja de montaña. El vocablo Tangarara también nos remite a un ave pseriforme de la familia traupidos, de vistoso plumaje que vive en zonas templadas y tropicales de América. Según el Padre Morua (1616) el vocablo Tangarara significa “rivera de la diosa”. Para Renee Lesson (1823) el topónimo es el nombre de un tipo de gorrión peculiar de Piura.

El padre Esteban Puig (1982) destaca que el otro nombre de Tangarará era Pullacala. Otro vocablos asociados a tangarará y que denotan su significancia relacionada con puerto, agua, río son : Tangana : palanca de unos 6 mts de largo de manera de roble que desde la barca apoyan en el fondo para dirigir a las embarcaciones a través del río.(Puig 1982:198) Angara es un mate que se usa como recipiente. Es mas hondo y redondo que la lapa, Dadas sus dimensiones se le emplea como batea para lavar. (Puig,1982:32) El origen del vocablo tallan parecería pues estar emparentado con algunos dialectos amazónicos que traspasaron la cordillera oriental andina y establecieronse en los valles y la costa litoral. Ello podría conformarse con el hecho que los tallanes señalaban ser oriundos de las montañas, entendiéndose esta como la ceja de selva.

Esta hipótesis en cierta manera refuerza las tesis de reconocidos jivarologos (Karsten, 1951, Whitten 1970,1976,1985) que sugieren la idea que uno de los dialectos jíbaros habría servido de lengua franca desde las montaña amazónica hasta las tierras calientes de los valles costeños antes de la expansión del quechua en el sur del Ecuador . Ello deja a su vez suponer que un conjunto étnico jíbaro podría haber contraído un territorio transversal entre la vertiente oriental de la cordillera de los andes y el pacifico hasta fines del primer milenio antes e nuestra era.[3] Ruth Shady (1987:84) señala que la cultura formativa Bagua se ubico en una zona de frontera cultural entre las sociedades del centro y norte andino y los andes septentrionales. Frontera que se prolongaba hacia el Oste del valle de Huancabamba e incorporaba a Piura y quizás batan Grande y Lambayeque . Durante la fase Bagua la relación mas estrecha se daba en los valles dele extremo norte peruano y con la sierra de Ecuador. Hacia el horizonte Medio los Chachapoyas guardan estrecha relación con Cajamarca (Estilo cursivo floral).

El rol de los Chachapoyas debió estar en función de intermediarios que ejercerían el comercio de productos amazónicos dada la existencia de conexiones con la cuencas del Huallaga y Ucayali. Hacia el occidente una de sus vías naturales los conectan con el valle de Cajamarca, Trujillo y otras mas distantes como la sierra de Jaén y Huancabamba y los valles de Lambayeque y Piura; vías que pondrían en contacto a los pueblos del Pacifico y de la Amazonia. Es probable que en un tiempo atrás (El formativo) grupos amazónicos hayan migrado hacia la costa del pacifico, tramontando la cordillera occidental andina estableciéndose en los valles y el litoral, otorgando denominación a los lugares en su lengua. Lo planteado parecería también confirmarse por la existencia de algunos topónimos de la región del oriente del valle de Cusibamba (Territorio de los Bracamoros) como Tangoraca, Morocara, callanga y Palanda que por so fonética se emparentan con los topónimos piuranos de Tangarara, Macacara, Putulanga ( Sullana) y Palambla (Canchaque Huancabama) Con todo creemos en primera instancia que nuestro topónimos tangarará no es tallan ni quechua, sino que constituye un remanente lingüístico amazónico asimilado al conjunto étnico tallan.


[1] Lengua Sechura según la lista del Obispo Martínez de Compañón.

[2] Mendoza palacios, Rudy. Los Incas y el Quechua en Piura. 1993.[3] Anne Marie Hocquenghuem. “para vencer a la muerte”.1995
Fuente del artículo http://www.articulo.org/autores_perfil.php?autor=156

Rudy Mendoza Palacios

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The Chainsmokers, Don't Let Me Down ft. Daya

Estrellándome, me golpeo contra una pared. Ahora mismo, necesito un milagro, date prisa, necesito un milagro. Encallado, intentando sali...